Nómada Ignacio Nodal
Adiós a un nómada amigo
El pasado día 19 de noviembre sufrimos la perdida por fallecimiento de nuestro compañero y para muchos de los que le conocimos amigo nómada, el Coronel de Infantería Fernando López-Canti Mendoza.
El óbito acaeció en la Isla de Gran Canaria, donde hacía años que residía.
Tenía su vivienda con vistas a la mar oceana, frente a la costa africana, la de su querido Sahara, de lo que presumía y que afirmaba ver en los días más claros y desde donde decía respirar con añoranza el polvo de las arenas del desierto en los no pocos días en que la calima, empujada por los secos vientos saharianos, llega a la Isla.
En 1965 y con el empleo de Capitán llegó al territorio y hasta 1967 prestó sus servicios en la Plana Mayor de nuestra Agrupación De Tropas Nómadas (ATN) y al mando de la 3ª Compañía Mecanizada del Grupo Nómada Saguia al Hamra (I de la ATN) con Base en Smara y destacamentos en Echdeiría y Mahbes, en las fronteras norte y oeste del territorio.
Entre los años 1968 y 1974 estuvo al mando de la 2ª y 3ª Compañías Mecanizadas del Grupo Nómada Capitán La Gándara (II de la ATN) con Base en El Aargub y destacamentos en Bir Enzarán, Auserd y Tichla en las fronteras este y sur y donde, en más de una ocasión, tuvo, accidentalmente, la responsabilidad del Mando del Grupo.
Posteriormente desde 1968 hasta 1976, ya con el empleo de Comandante, desempeño el mando del Grupo Nómada Smara (III de la ATN) con Base en El Aaiún y destacamentos en Daora y Hagunía, nuevamente en la frontera norte del territorio.
En total más de nueve años y medio en aquel, tantas veces recordado con añoranza, territorio, que sin duda dejó profunda huella en su personalidad, como se manifestaba en cuantas conversaciones con él se mantenían.
Formó parte de nuestra Hermandad desde su fundación, de lo que se sentía muy orgulloso.
Casado, sin hijos, enviudo de su querida “Toyi” (María Victoria) en 2019 y desde entonces su vida se fue apagando lentamente hasta que, con 95 años de edad, entregó finalmente su alma. Hoy, sin duda, está ya formando parte de las patrullas en las que los que nos precedieron nomadean eternamente por las estrellas.
Que el Dios de todos lo acoja en su seno.