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Al final del presente texto se adjunta el Orden del Día de la Asamblea General Ordinaria que se celebrará el miércoles día 21...

 

Las tropas a camello tienen una larga tradición e historia. Los ingleses las emplearon con éxito por primera vez en la batalla de Plassey, en 1757, en la que el General Clive decidió el futuro de la India. Napoleón preconizaba que en la conquista de un país lejano, como fue el caso de la campaña de Egipto, era esencial aprovechar todos sus recursos, razón por la que creó en Enero de 1799 el Primer Regimiento de Dromedarios con 400 cuadrúpedos que prestaría importantes servicios a su causa.

Más adelante los ingleses fundaron el Camel Corps, que jugó en la guerra en el desierto un decisivo papel en el célebre raid del Coronel Gordon sobre Khartum, y que más adelante -en la Guerra mundial fue empleado en el curso de una expedición contra Turquía en 1918.

También en Argelia, el año 1844 el Mariscal Bugeaud ordenó, al Coronel Carbuccia, la formación de un Batallón de infantes montados sobre meharis que tuvo una destacada actuación en las campañas de penetración en el desierto.

Los italianos también emplearon con éxito el camello en Eritrea, Libia en la campaña del Fezzan y en las zonas desérticas de Abisinia.

Sin embargo, la creación de las primeras Unidades saharianas que con carácter permanente tuvieron misiones policiales y administrativas en aquellos dilatados territorios con empleo del mehari como cabalgadura de guerra y el camello como medio de transporte obedece al azar. Durante dos años, concretamente en el 1900 y 1901 los oficiales franceses destacados en el puesto de In Salah, no se atrevían a salir más allá de los muros de sus bordjs sin recurrir a fuertes escoltas coloniales o legionarias. Y sucedió que un día, un "gassi" de unos cien crueles tuaregs a lomos de sus camellos, irrumpió en el oasis para robar los ganados y saquear a los moradores de In Salah. No era cuestión de esperar las instrucciones de Argel ni mucho menos las de Paris. EI problema lo resolvió el Capitán Cauvin, al improvisar un contra-gassi compuesto por indígenas del lugar, que a camello, lograron batir a los tuaregs en el oasis de Tit, en el corazón del Ahoggar. Dos años más tarde, esta feliz experiencia serviría al Comandante Laperrine de Houtppul, para dar el primer paso en la organización de las Compañías meharistas en el Sahara argelino.

En la época del arco o las jabalinas, los tuaregs combatían a lomos de sus meharis sin descabalgar, tal como se hacia en las carga de los Regimientos de Dragones de Caballería en siglo XIX. Sin embargo la eficacia y la densidad de fuego que fueron tomando las nuevas armas de repetición determinaron que los tuaregs echaran pié a tierra para combatir. Y lo mismo le acaeció a los componentes de las unidades meharistas, que ante un contacto firme y un terreno abrupto, tenían que olvidar su montura y combatir como infantes. Sin embargo en la táctica y empleo de estas unidades a camello mucho tenían que decir los propios saharauis. En la marcha sobre el Adrar Temar en diciembre de 1908, el Coronel Gouraud descubrió en cada paso o garganta, la espera agazapada de los rebeldes de un mismo gassi de la tribu de Erguibat, que con extraña movilidad se desplazaban en camello de un desfiladero a otro, para cortar el avance de sus tropas.

Pero también descubrió con admiración, la peculiar forma de combatir en terreno más abierto, consistente en el envío inicial de una o dos cargas ligeras a camello, con los que establecían contacto y una tercera que caía sobre los tiradores senegaleses, con más fuerza y violencia que las dos primeras. La primera de las artes utilizadas por los erguibis, consistía en el empleo de un magnifico servicio de exploración a distancia, el de los chufs a camello, que les permitía contar en todo momento con una información inmejorable. Fascinados los franceses de esta argucia, dos años más tarde, una vez pacificado el Adrar, por consejo del Coronel Gouraud a sus oficiales se incrementó la filiación de "erguibis" en las Unidades meharistas para ser utilizados en la escolta de convoyes como maestros en el oficio de la seguridad y la información.